lunes, 4 de marzo de 2013

¡Jamás pensé que me iba a reír tanto!


¿La risa cura? No se puede contestar afirmativamente a esa pregunta de forma absoluta, según la medicina basada en la evidencia no se ha podido demostrar la relación causa-efecto en la aplicación de la risa como tratamiento para  la remisión de una enfermedad determinada, vamos que  todavía no se ha inventado la pastilla  o el jarabe de la risa capaces de curar los males. Pero si entendemos curar como sanar las dolencias o pasiones del alma, recobrar la salud perdida y el alma como sinónimo de ánimo, sí que podemos decir que la risa es capaz de sanar mediante su influencia positiva en nuestro estado de ánimo.
 
 
De esto hace ya muchos años, pero aquella frase se clavó en mi alma y perdurará ahí para toda la vida. Era una fría noche de otoño, acababa de morir el padre de nuestro amigo Pedro. Laura, mi gran amiga y protagonista de esta historia me llamó, necesitaba verme, no aguantaba más la soledad de su casa donde no hacía más que dar vueltas a su pena. La muerte de su madre le sobrevino con tan solo once años y esa noche, la nostalgia la inundaba. Apenas podía hablar así que empecé a contarle un montón de historias del instituto, la facultad…, mi casa, bueno un sinfín de tonterías que lo único que hacían era hacerla reír. Se reía a carcajadas, hubo un  instante en que no sabía ni porque habíamos quedado, solo que su rostro estaba feliz, ya no lloraba recordando a su madre, ahora me contaba confidencias de como sucedió todo y lo hacía de forma serena, con la paz que habita tu alma cuando has conseguido echar fuera todo el dolor que tanto daño te hace. Y sin saber cómo, reconozco que hubo unas cervezas que nos acompañaron aquella velada, decidimos ir al tanatorio, sí, a ver a nuestro amigo…pero, ¿dónde era?
Sin más  nos dispusimos a coger un taxi.  No recordábamos el nombre y apellidos de su padre, solo el de nuestro amigo, pero de poco servía, era algo tan cómico que no podíamos parar de reír cada vez que nos subíamos de nuevo al taxi, tras comprobar que  no se hallaba allí.
Al fin, tras una larga búsqueda sin éxito decidimos marcharnos a casa, ya lo veríamos al día siguiente. Al llegar a casa, mi amiga se abrazó y me dijo “Fátima, jamás pensé que me iba a reír tanto”.
 
No lo sabía, pero estaba practicando risoterapia. El Humor ayudó a crear una atmósfera más humana en la que se podían llegar a comentar los temas más duros y difíciles. La risa cura desenmascarándonos y descubriéndonos la vis cómica de la vida, es la medicina más barata, y sería conveniente que los profesionales de salud “tuvieran la capacidad de transmitir ese elemento, primordial para la salud pública”.
                                                   ¡Gracias, siempre a ti!
 
Dos grandes citas:
Freud: “Solamente una verdad completa sobre sí mismo, puede liberar al hombre de sus conflictos íntimos”
Juanito Valderrama: “cuando me encuentre en la gloria me voy a hartar a reír porque la gloria la llevo dentro de mí”
 
 Fdo. FGM
 
 

2 comentarios:

  1. Qué artista!!!! será por terapia o por mecanismo de defensa que en la esquina de atrás de los velatorios siempre se cuelan chistes o anécdotas hasta reír a carcajadas por curioso e inapropiado que pueda parecer??

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  2. Me encantó la anécdota, y el hecho que consideres la risa como elemento primordial.

    Hace tiempo buscando una definición de risa encontré esto: es un «balbuceo lúdico, instintivo, contagioso, estereotipado y de control subconsciente —o involuntario— que raramente se produce en soledad»

    Yo me pregunto en realidad es de control subconsciente??, jamas te has aguantado la risa??

    Lo bueno es que es contagiosa y que raramente se produce en soledad ^^.

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