viernes, 15 de febrero de 2013

La condición más grave


El silencio del público mientras Ivan Oransky hace su anuncio es asombroso: “Siento informaros a todos que sufrís de la más inevitable de condiciones…la pre-muerte, ya que todos presentáis el mayor factor de riesgo para esta condición: el estar vivos”. Y luego las carcajadas, algunas menos desenvueltas que otras, ya que con esta única frase el médico/periodista resume de manera desconcertantemente apropiada la importante temática discutida en este foro: la medicalización. Cuando se habla de este problema muy actual solemos pensar directamente en las malvadas empresas farmacéuticas que no paran de producir medicamentos innecesarios, y comunicarnos a través de todos los medios de comunicación cuanto los necesitamos, todo por su interés egoista en ganar más y más dinero a través de las desgracias de los demás. Sin embargo, los profesionales sanitarios y los pacientes mismos también tienen un papel en este círculo vicioso. Los primeros guiados por los malos incentivos de solicitar más y más pruebas, y prescribir más y más medicamentos, dinámica por la cual es especialmente conocido el sistema estadounidense; los segundos amenazando con su fidelización de clientes, o sus búsquedas de internet, cuando no se les diagnóstica y prescribe ‘algo’ en cada visita médica. La misma investigación biomédica, que tanto nos ha dado y tanto bien nos ha hecho, contribuye a esta tragicómica: resultados insuficientes son utilizados para suministrar tratamientos injustificados, muchas veces empeorando la situación de ‘condiciones’ que no son más que el recorrido natural de la vida, como la menopausia y la osteoporosis. Oransky subraya que especialmente víctimas de estos procesos somos las mujeres, con nuestras pubertades y embarazos tratados como infortunios que hay que mantener bajo estricto control. Parece que la sabiduría popular, que se nos ha transmitido a través de una multitud de refranes se está progresivamente perdiendo. En Italia decimos, non fasciarsi la testa prima di romperla: “No vendarse la cabeza antes de romperla”. De tantas vendas parece que ya no vemos adonde estamos yendo.



1 comentario:

  1. No sé cuándo empezó este problema, pero sí sé que lleva más de la edad que tengo. Diría que con un alto poder de discernimiento podremos diferenciar entre lo que es un proceso natural en nuestras vidas (menopausia) con lo que no (virus), de lo contario seguiremos en "La condición más grave".

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